El Amor crece y florece dentro de un orden que dá a cada miembro de la familia un lugar de dignidad y respeto. 

Siempre que se sufre desdicha es porque ese orden de alguna manera se ha desequilibrado, alterando profunda y gravemente la trayectoria vital de los implicados. 

Restablecer ese orden, es esencial si realmente se quiere vivir una vida plena y satisfactoria.
(Bert Hellinger) 

Cuando se tienen grandes diferencias,
la paz, la reconciliación y la felicidad
dependen de uno mismo. 
En vez de poner condiciones diciendo 
"Si no te esfuerzas por reconciliarte, 
yo tampoco lo haré",
y en lugar de esperar 
por lo que la otra persona
pueda hacer por ti,  
tú te das al cien por cien,
tanto a ti mismo como al otro,
descubrirás que 
la reconciliación, la paz y la felicidad,
empiezan exclusivamente en ti.